domingo, 3 de mayo de 2009

LA DEPRESIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS

Anteriormente a la caída de la bolsa de Nueva York, ya había difcultades en varios sectores y países. Especialmente en los productos primerios de pañises dependientes de la exportación de estos, así como los países que vivían del crédito.

En Estados Unidos, el primer signo de recesión fue la caída de la producción industrial en agosto de 1929, aunque los indicios de recesión no se transformaron en depresión hasta la caída espectacular de la bolsa de Nueva York. A pesar de que dicha caída no es la causa de la depresión que se produjo en Estados Unidos, el crac fue el indicador del cambio de tendencia, que agravó la depresión y la difundió por el resto del mundo.


Los Estados Unidos fueron el centro y motor de la depresión mundial en el sentido de que la mayor parte de lo que sucedía en el resto del mundo se puede explicar por la contracción de la economía americana (mientras que la recesión de esta solo se puede explicar por causas internas).


La depresión se difundió rápidamente hacia el resto del mundo por la potencia económica y financiera de los EUA, gracias a la conductibilidad del patrón oro para transmitir los choques financieros. Ya que como dijimos anteriormente en la entrada que tratabamos el patrón oro, este tenía un inconveniente que era la transmisión de crisis y problemas financieros.


En cuanto a las causas de la depresión, han sido largamente discutidas, pero principalmente se han basado en dos escuelas de interpretación: la realista con Keynes, y la monetarista con Temin (y como principales representantes Friedman y Schwartz).

Los realistas imputaban loa depresión al mal funcionamiento anterior de la economía, acentuado por la caída autónoma del gasto público; y en cambio los monetaristas la imputaban la caída de los precios y de la producción a la contracción monetaria.


La administración “Hoover” solo reaccionó ante la depresión para minimizarla y afirmar repetidamente que lo peor había pasado. A raíz de esto, realistas y monetariastas polemizaron sobre cuales podían haber sido la medidas tomada por la administración americana para salir de la depresión. Mientras que los monetaristas pensaban que se tendría que haber incrementado la masa monetaria, y por tanto, el crédito, para reducir la deflación; los keynesianos afirmaban que las políticas monetarias eran necesareas pero no suficientes, y que la salida de la depresión exigía un aumento del gasto público a costa de aumentar el déficit público.


Como hemos comentado antes, desde Estados Unidos se difunció la depresión hacia el resto del mundo: La alarma se extendió cuando este, a partir de 1928, reducció el crédito exterior, la cual cosa hizo que los países deudores disminuyeran la demanda, tanto interior como exterior, con las consecuencias de caída de precios, diminución de las importaciones y aumento de las exportaciones.


Así que, a finales de 1927 ya se encontraban signos de recesión en más países que no fueran EUA: en Australia y Indonesia, en 1928 en Alemania y Brasil, en 1929 en Argentina, Canadá, países del pacífico, America Latina y Euroa Central.


La depresión se transmitió rápidamente a la periferia a través de cuatro mecanismos, dos de carácter comercial y dos de tipo financiero: La caída del volumen de exportaciones, el empeoramiento de los términos de intercambio en contra de los productos primarios, la desarticulación del mercado internacinal de capitales y la caída mundial de los precios.

En conclusión, los dos mecanismos principales de difusión de la crisis fueron la caída del comercio internacional y el colapso del mercado internacional de capitales.


La difusión de la depresión a escala mundial és el resultado del peso de la economía norteamericana en el conjunto de la economía mundial.

Algo que nos viene a la cabeza con este tema, es la crisis actual, con la que ocurre algo parecido en cuanto a su “difusión”: Actualmente la potencia economica mundial continúa siendo los Estados Unidos, y es allí donde se origina la crisis. Empezó con desaceleración, luego recesión, y hace unos meses ya había gente que hablaba de depresión.


La crisis actual, como de los años 30, empieza en Estados Unidos y se contagia a Europa y a países emergentes. Aquí no había problemas financieros propios, ya que no se han cometido excesos, ni hay hipotecas subprime... Así que la crisis es importada. Por lo tanto, no tenemos crisis financiera, pero sí económica, ya que nos afectaron los dos shocks recesivos: El gran aumento del precio del petroleo y de los alimentos (shock de oferta), y la grave crisis financiera en EEUU (shock de demanda).


La grave depresión de los años treinta en Estados Unidos se solventó con el conocido “New Deal”, lo cual era solamente un cambio de orientación en la política económica, cuya característica principal fue el intervencionismo, que pretendía actuar sobre los sectores más influenciados por la crisis e intentar aumentar el consumo y la inversión.

El New Deal tenía cuatro ejes báscicos: la actuación sobre el sector financiero, la actuación sobre el sector agrario, medidas relacionadas con la indústria, y un amplio programa de infraestructuras.


Por lo que hace a la crisis actual, hay opiniones muy diversas sobre las medidas que se deberían tomar, pero parece que las cosas aún no están muy claras.

viernes, 1 de mayo de 2009

DE LOS FELICES VEINTE A LA CRISIS DE LOS TREINTA

Pasamos de una época de prosperidad a una época e despresión:


Los órigenes de los años treinta y las razones de su gravedad y duración se tienen que buscar en la evolución de la economia norteamericana, y en la influencia de Estados Unidos sobre la economía mundial.

Básicamente, los pilares de la depresión son dos: Por un lado, la caída de la inversión como consecuencia del doble impacto de la desaceleración de la demanda de la primera ola de innovaciones de la Segunda Revolución Tecnológica; y por otro lado, la adopción de políticas económicas y monetarias inadecuadas.

A nivel mundial la crisis tenía como base los cambios estructurales provocados por la guerra, y como factores, el doble impacto de la reducción del crédito exterior y la difusión de la depresión norteamericana.


Los principales cambios estructurales posteriores a la Primera Guerra Mundial fueron: la substitución de Gran Bretaña por los Estados Unidos en la primacia sobre la economía mundial, la reducción del comercio internacional con un fuerte impacto sobre los prodcutos primarios, y el mal funcionamiento del patrón oro.

Resumiendo la situación de los años de entreguerras podríamos decir que los Estados Unidos no supieron ser ricos, y la mayoría de países no supieron ser pobres y se endeudaron demasiado.


Por lo que se refiere a las raíces de la crisis, como hemos dicho antes EUA pasó a liderar la economía mundial claramente, al mismo tiempo que obtenía un crecimiento económico fuerte.

A causa de mejoras en los procesos productivos, se consiguió un aumento de la productividad que permitió un fuerte crecimiento de la producción y la demanda, sobretodo de productos de consumo duradores. Igualmente, también creció el sector de la construcción.


La disponibilidad de estas innovaciones, las cuales significaban una mejora importante de la calidad de vida, unida al buen funcionamiento de la economía, generaron un clima de optimismo, llamado “los felices veiente”. De este clima de optimismo, era partícipe también la bolsa de valores, que contaba con un crecimiento importante de las cotizaciones, y por lo tanto, animó a mucha gente a arriesgar sus ahorros, creando así, una burbuja especulativa.

Aunque más tarde, las cotizaciones dejajron de subir y despúes cayeron rápidamente. La cual cosa fue el inicio de la peor crisis del capitalismo, cuyas magnitudes se pueden suponer sabiendo que de 1929 a 2932 el PIB de los Estados Unidos cayó un 30%, la producción un 40%, la inversión un 90%, y prácticamente una cuarta parte de la población se quedó en el paro.


Desde la felicidad de los años veinte, hay que tener en cuenta que a pesar de las elevadas tasas de crecimiento, Estados Unidos ya presentaba problemas en el sector agrario y en el sector industrial:

Los problemas agrarios se daban en las pequeñas explotaciones de trigo y en el cultivo del algodón.

En conclusión, al final de la guerra la producción continuaba creciendo mientras que los precios seguían cayendo rápidamente.


Por lo que se refiere al ámbito de la producción industrial, entre 1920 y 1929 la producción creció un 50%, mientras que la ocupación disminuía un 6%. Ese aumento de productividad se produjo a causa de la aplicación de la electricidad a la producción, de la generalización de la cadena de montaje y de la mejora que el camión comportó para el transporte.

El aumento de la productividad se vió reflejado en los salarios, y se produjo un sentimiento generalizado de mejora salarial a causa del incremento de estos y de la disminución del nombre de horas de trabajo femenino, la cual cosa permetía que muchas familias contaran con dos salarios.


También se produjo una gran acumulación de beneficios que incrementó aún más el reparto tradicional desigual de la renda de los Estados Unidos. Y una concentración aún más grande en los salarios. Así que en estas condiciones, la producción creció más deprisa que la capacidad de compra de la población, de manera que se produjo un exceso relativo de capitalización en muchos sectores industriales. La forma ortodoxa de mantener las vendas habría sido la disminución de precios o el aumento de los salarios, pero la mayoría de los empresarios escogió paralizar las inversiones para evitar la sobreproducción relaltiva y desviar los beneficios de las empresas hacia las finanzas.

Dicho desvío se hizo de tres maneras: financiando las compras de los propios productos mediante las vendas a plazos, concediendo créditos a corto plazo en el exterior, y invertiendo en bolsa o en préstamos para la inversión de bolsa.


La caída de la actividad económica en Estados Unidos había empezado por el sector de la construcción, y seguidamente por la indústria del automóvil, pero la caída de la demanda de bienes de consumo duraderos se atribuía a la apuesta de los inversores por la compra de títulos a causa de los beneficios que obtenía la bolsa.

L bolsa es un mercado donde se negocian acciones y obligaciones, y la cotización de las acciones depende de las expectativas de beneficio inmediato, pero también del capital presente en la bolsa.

El valos del título es igual al valor del capital invertido, por tanto, si hay aportaciones de capital sin un incremento de la oferta de títulos, los índices bolsarios suben; y la subida de la bolsa se suele interpretar como una señal de buen funcionamiento de la economía, pero realmente solo se refiere a las expectativas de crecimiento de los valores de la bolsa por parte de los inversores, y depende del capital disponible y dispuesto a entrar en el negocio.

Hay especulación cuando los inversores piensan solo en el precio de venta futuro de las acciones adquiridas, y por lo tanto, el precio al que están dispuestos a pagar no se corresponde con los dividendos esperados por la empresa, sino con la esperanza de poder vender a precios superiores.

Relacionado con la especulación de la bolsa de esos años está, la política monetaria y financiera de los Estados Unidos (con lo cual tiene mucho que ver la retirada de los bonos de guerra), la captación del pequeño ahorro (que encaminó a mucha gente hacia la bolsa, y ese pequeño ahorro se invertía a través de las sociedades de cartera), y la inversión a crédito (sistema de dinero inyectado directamente en la bolsa a través de un broker).


La inercia especulativa se explica básicamente por tres factores: La idea de que cada uno podría retirarse del mercado en el momento de máximo beneficio, la falta de autoridad monetaria y la ideologia ultraliberal.


Se intentaron tomar medidas subiendo la tasa de descuento bancario, produciendo una disminución de los créditos a los brokers... Pero el 19 de septiembre de 1929 el índice de la bolsa llegó a su punto más alto y comenzó a caer rápidamente a partir del 3 de octubre: ya no había inyección de capitales nuevos, y empezaó el pánico y las prisas, cosa que aceleró más la caída. Con el resultado de que el martes 29 de octubre se pusieron a la venta 29 millones de títulos sin prácticamente órdenes de compra. A partir de ahí, la bolsa continuó cayendo hasta mediados de 1932, y no recuperaría su nivel de antes del crac hasta 1954.

domingo, 26 de abril de 2009

PRIMERA GUERRA MUNDIAL, RECONSTRUCCIÓN Y AÑOS VEINTE

Lo último visto en clase son los temas que corresponderían a los capítulos 11 y 12 del manual, cuyos conceptos claves se pueden resumir en: la guerra, la reconstrucción y los años 20.


La Primera Guerra Mundial es una guerra centrada en Europa, pero que con la participación de Estados Unidos hace que se considere un conflicto mundial.

Hay una serie de preliminares de dicha guerra, los cuales son: ciertas rivalidades en Europa continental, enfrentamientos imperialistas y relaciones internaionales. Pero realmente el estallido fue el asesinato del heredero del Imperio Austro-hungaro en Bosnia, el cual derivó en un problema nacionalista y dicho imperio declaró la guerra a Serbia el 18 de julio de 1914. A continuación el resto de países fueron entrando en el conflicto.


La Primera Guerra Mundial se le consideró una guerra diferente por varios motivos:

Primeramente fue la primera guerra industrial, es decir, el armamento usado era (en parte) nuevo: guerra química, tanques, aviación, submarinos... Con la cual cosa mucho más potente y destructiva.

También se caracterizó por la gran importancia de la economía: los problemas económicos principales de la guerra fueron el financiamineto y el abastecimiento, la preocupación del cual obligó a una intervención por parte del gobierno que se basó en el incremento de la producción de armamento y de medios de transporte; y también se planificó la producción y se controló el comercio y los precios, hasta llegar al racionamiento.

Además, esa planificación exigió la cartelización de las empresas y la distribución de la producción entre ellas, así como la creación de nuevas por parte de los gobiernos. La oportunidad de demanda militar permitió importantes mejoras tanto en los productos como en la productividad, como por ejemplo, la militarización de los obreros, que permitió la cadena de montaje.

Otra característica muy importante de la guerra fue la movilización social que provocó: puesto que la guerra ocupó a gran parte de la población masculina, comportó el inicio del trabajo femenino masivo en ocupaciones reservadas tradicionalmente para los hombres.


La guerra acabó con el colapso de los imperios debilitados: Rúsia zarista fue liquidada por la revolución de 1917, y un año más tarde varias insurrecciones nacionalistas ( en Chequia, Serbia y Polonia) y obreras (en Alemania y Austria) provocaron la huída de los emperadores, seguido de una demanda de paz.


Respecto a las consecuencias del conflicto, por lo que se refiere a la economía únicamente, la guerra comportó una caída importante de la economía europea en el conjunto de la economía mundial.

Y también desapareció el sistema económico internacional, es decir, el patrón oro; con la cual cosa no había un sistema de paridad internacional.


El resultado fue la demanda de gobiernos más democráticos y de sociedades menos desiguales.

El principal problema con el que se encontró Europa a la hora de la reconstrucción fue la falta de capitales, la cual se debía a la forma de como se habían financiado los países.


La reconstrucción de Europa se basaba en la necesidad de ayuda exterior y en la ausencia de un plan conjunto organizado de reconstrucción. Las ayudas que obtuvo se debieron a los Estados unidos, a organizaciones privadas y semioficilaes, y a importaciones (principalmente esas ayudas estaban basadas en obtener alimentos).

A pesar de ello, los efectos de esas ayudas no fueron muy positivos: lenta recuperación, alto nivel en gastos por parte del gobierno, depreciación de los tipos de cambio y dependencia de los Estados Unidos.



La guerra, como es de suponer visto lo visto, derivó en deudas y reparaciones, que a su vez derivaron en inflaciones y problemas monetarios.

El concepto de deuda nos viene del hecho de que una parte importante de los costes de la guerra a nivel nacional fue financiado por otros países. Algunos países salieron de la guerra endeudados, como Alemania, el máximo deudor, y otros salieron como acreedores, como Estados Unidos, el máximo acreedor. Y el concepto de reparación deriva del “Tratado de Versalles”, con el que se firmó la paz con Alemania.


Se sale de una guerra sin un sistema monetario, y con una hiperinflación que vemos en Alemania ya que tiene que hacer frente a los gastos de la guerra. Alemania se ve obligada a pagar una cantidad por reparaciones, indemnizaciones de guerra... Así que pierde capacidad productiva por destrucción y cesión de territorios.


El gobierno intenta sanear (creando una República) las finanzas públicas aumentando los impuestos directos pero eso no basta para hacer frente al incremento de gastos sociales, indemnizaciones, etc., así que empieza a pagar con productos a los países. Finalmente suspende pagos y Francia invade el Ruhr (la zona industrial alemana por excelencia). El gobierno alemán empieza a emitir dinero para pagar a los huelguistas del Ruhr que se paran por la invasión, y esto provoca una acentuación de la oferta monetaria en circulación, y a su vez una inflación imparable, que llega hasta una hiperinflación.


La salida de esta hiperinflanción viene de la mano del plan “Dawes”, que supone revisar las reparaciones y la actitud a la hora de conceder créditos. Estas medidas comportan la entrada de dinero, y la estabilización del nuevo marco, consiguiendo un crecimiento relativo.


En los años veinte se produce una distinción: una primera mitad de los años veinte basada en la reconstrucción, con tasas de crecimiento altas, y una segunda mitad basada en la consolidación, que cuenta con un contexto internacional inestable.

En cuanto a la primera mitad de los veinte, primero nos centramos en la Europa central y oriental, que antes de la guerra contaban con una economía agraria. Los problemas que hubo durante esos años fueron la reconstrucción física, la población que crecía por encima de los recursos disponibles, inflación, depreciación monetaria... Para la cual cosa se buscaron soluciones: reformas agrarias (aunque insuficientes), protección aduanera y industrialización forzada.

Los efectos de todo ello fueron escasa fortaleza y exceso de capacidad industrial y bajos rendimiento agrarios.


Por otro lado tenemos a la Europa occidental, que contó, por un lado, con el auge de Francia e Italia, gracias a la ayuda creditica del gobierno, la inflación, crecimiento industrial y exportaciones; y por otro lado, con factores negativos en Reino Unido y Escandinavia, a causa de la ruptura de mercados exteriores, caída de la exportación, esfuerzos por volver al patrón oro (R.U.), deflación y depresión de la actividad.


A pesar de las dificultades de la reconstrucción europea después de la guerra y de las derivadas de los problemas monetarios, los años veinte fueron en conjunto años de crecimiento, aunque muy desequilibrados y en un marco económico y político inestable.


Aunque en la próxima semana veremos que, cuando los problemas de reconstrucción económica posteriores a la Primera Guerra Mundial parecían resueltos, la economía mundial entró en una etapa de profunda depresión, cuyas causas aún se discuten.



domingo, 19 de abril de 2009

EL SISTEMA INTERNACIONAL DE PAGOS EN EL SIGLO XIX: EL PATRÓN ORO

En la anterior semana de clase, vimos el tema que hace referencia al sistema internacional de pagos, concretamente el patrón oro, el cual correspone al capítulo nueve del manual.


Primero hay que ver una serie de conceptos introductorios: El dinero bancario está formado por el conjunto de billetes de banco y por los depósitos bancarios a la vista.

La letra de cambio, era un medio de pago a larga distancia, que permitió ampliar y perfeccionar su uso a partir de la edad media para facilitar el crédito y los pagos a escala mundial.

El conjunto de esas mejoras en los medios de pago fue el sistema internacional de pagos del patrón oro.


Desde una cierta base, podemos decir que: la moneda es una unidad intrínseca de valor que permite comparar cualquier bien o servicio con otros, la cual se suele materializar en una moneda concreta que sirve como medio de pago y como forma de ahorro.

La moneda puede ser de cuenta o efectiva, y dentro de esta, real o fiduciaria. Todas ellas deben cumplir las características de permanente, portátil, divisible y difícil de falsificar.


La forma en la que se organiza una moneda en un país o internacionalmente se llama sistema monetario. Los sistemas reales tienen un patrón metálico, es decir, la unidad monetaria está definida por ley en una cantidad determinada de metal.

Los sistemas con patrón metálico pueden ser monometálicos, con un solo patrón, oro o plata; o bimetálicos, con un patrón oro y un patrón plata a la vez (estos últimos establecen una relación entre el precio de los dos metales).


Los sistema monometálicos son más sencillos, pero los países anteriormente utilizaban los bimetálicos por la ventaja de una mayor versatilidad, así cuentan con monedas de oro para los pagos importantes y con monedas de plata para los gastos pequeños.

Aunque cuentan con un problema principal que se basa en el hecho de que, si la ratio legal se separa mucho de la ratio de mercado,o bien si países próximos fijan una ratio diferente,se producen fenómenos de especulación en los cambios de moneda. La cual cosa da lugar a la Ley de Gresham: la moneda mala expulsa a la buena, y por lo tanto, la infravalorada legalmente tiende a desaparecer.


También encontramos el concepto de arbitrage, el cual se refiere a la especulación más corriente, que se hacía en los mercados internacionales comprando con moneda de metal infravalorado, moneda estrangera de metal sobrevalorado, y repitiendo la operación a la inversa.


Una vez vistos esta serie de conceptos, comenzamos a ver como era el sistema en el siglo XIX:

Por esas fechas, prácticamente todos los países tenían fijada la equivalencia de sus monedas, la mayor parte con patrones bimetálicos.Pero a partir de 1870 las principales potencias comerciales abandonaron rápidamente los patrones de plata y se pasaron al oro. Con ello, se facilitó la creación y el funcionamiento de un sistema monetario internacional de pagos de patrón oro. Aunque sólo contaban con el patrón oro puro las grandes potencias como Francia, Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña.

Las causas del abandono de los patrones plata, tanto los monometálicos como los bimetálicos, fueron varias, pero podríamos decir que básicamente se debió a la gran caída del precio de este metal (por varias causas).


La creciente necesidad de medios de pago que surgió,venía exigida por el crecimiento de los intercambios. Esa necesidad solo fue posible incrementando el dinero bancario,la cual cosa se basó básicamente:

Primero, el billete de banco o papel moneda (certificado por el cual el banco se compromete a devolver una determinada cantidad a su portador) adquirió importancia. Aunque el factor principal fue la concesión a los bancos centrales del monopolio de emisión, y con ella la garantía de la convertibilidad de los billetes por parte del estado.

Además de eso, tanto la cuenta corriente como el billete de banco incrementaron la oferta monetaria: La cuentacorriente incrementó la masa monetaria a través de la transferencia y el crédito; y aún más, los bancos emitieron papel moneda por encima de su encaje.

Así, los billetes emitidos permiten al banco conceder más crédito, con la cual cosa aumenta la velocidad de circulación de la moneda.

Estos incrementos del dinero bancario, hicieron multiplicar por 20 la oferta monetaria de los tres países principales: Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia.

Los billetes de banco se multiplicaron por 14, los depósitos a la vista por más de 50, y la oferta metálica por 4.


Esa creación de dinero por parte de los bancos acompañó un crecimiento económico.


Con todo esto, se conformó un sistema internacional de pagos, exigido por el comercio internacional a partir del momento en que los comerciantes dejan de viajar con sus mercaderias.

El sistema internacional de pagos se basa en tres principios: las mercaderías se pueden pagar mediante compensaciones; éstas son más fáciles cuanta más gente y más plazas estén involucradas; y el sistema ideal es el que dispone de un centro de compensación y opera con monedas de valor fijo.

Además, los pagos que se realizan mediante compensación tienen doble ventaja: por un lado, para los particulares el ahorro del coste del transporte de la moneda y la disminución del riesgo de pérdida; y por otro lado, para el conjunto de la economía, una mayor disponibilidad de la moneda, ya que el dinero (no disponible para nadie durante el traslado) continúa activo si el pago se hace por compensación, y así se evita una disminución en la oferta monetaria metálica y sobretodo en la caja de los deudores.


Normalmente, las deudas se saldaban a través de la letra de cambio, la cual fue la principal forma de pago a distancia y de traslado de capitales hasta que se establecieron las transferencias. Ya que más tarde surgió una organización más perfeccionada que se basaba en una red jerarquizada de plazas financieras, con centro en Londres, que permitía cobrar una letra girada contra cualquier lugar del mundo desde cualquier otro. Y además, dentro del sistema monetario internacional de pagos patrón oro, facilitaba los pagos y cobros de una manera más rápida y con menores costes, y gracias al descuento se podía disponer del dinero de forma inmediata.


El negocio de las letras de cambio modernas radica en la cotización aplicada a la moneda en la cual está librada. Si la cotización de una moneda baja mucho, los deudores pueden preferir pagar enviando oro; por tanto la cotización de las monedas oscila dentro de la “banda de arbitrage”, la cual está limitada por los “puntos del oro”, las cotizaciones a partir de las cuales resulta preferible pagar o cobrar en oro en vez de hacerlo en letras. Es decir, no són más que las centésimas de cotización por encima o por debajo de la paridad, a partir de las cuales conviene más exportar o importar oro que aceptar el descuento aplicado de las letras; marcan los límites de la banda de fluctuación de la moneda. (La banda de arbitrage de Gran Bretaña con Francia, por ejemplo, era muy estrecha, en cambio con Estados Unidos era más ancha).


La compensación de las cuentas entre dos países o entre dos plazas comerciales, también se podían llevar a cabo de forma bilateral, o incluso multilateral, dando lugar a los sistemas bilaterales y multilaterales, que permetían reducir la cantidad de monedas necesareas para compensar los pagos (mediante transferencias a través de “paquetes” de letras generalmente).


Cuando la liquidación de pagos llegó a un alto grado de perfección, de tal manera que facilitaba enormemente los intercambios, se obtuvo el llamado “sistema internacional de pagos de patrón oro”.

Sus principios eran : plena convertibilidad, paridad fija (tipo de cambio fijo y paridad de encuñación) y libertad de circulación. Así que su funcionamiento daba estabilidad y solidaridad entre países. Donde Gran Bretaña tenía una gran papel, ya que era librecanvista y realizaba inversiones en el exterior, así como facilitaba la entrada del oro en los países que necesitaban un empujón en su balanza comercial.

Como ventajas podemos concluir las de: comercio internacional,movimiento de capitales y disciplina de precios (eran estables). Y como inconvenientes: la transmisión de las crisis (ya que había más integración), y la prioridad absoluta por mantener el equilibrio exterior.


En plena relación con este tema, contamos en la actualidad con el Fondo Monetario internacional, creado en 1945 mediante un tratado internacional para contribuir al estímulo del buen funcionamiento de la economía mundial. Con sede en Washington, el gobierno del FMI son los 184 países miembros, casi la totalidad del mundo.

El Fondo Monetario Internacional es la institución central del sistema monetario internacional, es decir, el sistema de pagos internacionales y tipos de cambios de las monedas nacionales que permiten la actividad económica entre países.

Sus fines són, básicamente, evitar la crisis en el sistema, alentando a los países a adoptar medidas de política económica bien fundadas. Y como su nombre indica, la institución es también un fondo al que los países miembros que necesiten financiamineto temporal, pueden recurrir para superar los problemas que tengan en la balanza de pagos.

lunes, 13 de abril de 2009

LA REVOLUCIÓN RUSA Y LA FORMACIÓN DE LA URSS

Como me dieron permiso para hacer una entrada más durante la Semana Santa, he decidido hacerla, y que sea sobre la Revolución Rusa y la formación de la URSS, ya que hemos hecho una de las prácticas sobre este tema.


Entrando en tema, sabemos que en 1917 se inicia la Revolución Rusa: Revuelta popular que acaba con el régimen autocrático del Zar y provoca una transformación total del sistema político, económico y social. Su intención era la igualdad económica y la desaparición de las clases y de las diferencias sociales. El nuevo régimen político que surgió se inspiraba en las ideas de Karl Marx.


La revolución triumfante se organizó en Soviets, es decir, comités populares de obreros y soldados, que poco a poco fueron cayendo bajo el control del partido comunista.

El nuevo regimen recibió el nombre de “Dictadura del proletariado”, el cual expresaba el triumfo y el predominio de la clase trabajadora y la eliminación de la burguesía y aristocracia, dando lugar a una sociedad sin clases. Este cambio de régimen provocó un cambio de nombre, pasando de Imperio Ruso a Unión de Repúblicas Socialistas Sovieticas (URSS).


A partir de la Revolución Rusa se quería llegar al comunismo, pero antes se pasó por el Socialismo Colectivista. Como tal se entiende una organización económica basada en la abolición de la propiedad privada de los medios de producción (con el fin de que la propiedad fuera colectiva), y las decisiones sobre temas económicos también.


Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, provocó crisis económica y social en Rúsia, y desprestigio de la autoridad del Zar, que fue incapaz de organizar el país en un contexto de guerra. Y en estas condiciones es cuando se produjo una primera insurrección en San Petesburgo (febrero 1917): El Zar abdicó y se instauró una República burguesa (Gobierno Provisional), presidida por Kerenski, que contaba con el apoyo de las potencias occidentales. Paralelamente aparecían los Soviets.


Ese gobierno republicano comete dos grandes errores: Por un lado no satisfacer los deseos de reforma agraria, y por otro, continuar la guerra. Y de dicha situación se aprovechó Lenin para hacer una segunda revuelta llamada “Revolución de Octubre”, la cual acabó con la República Burguesa y dió poder a los soviets finalmente.


El nuevo regimen se basó principalmente en: liquidación de la guerra (paz con Alemania), socialización de la economía, dictadura del proletariado y confiscación de tierras y su reparto.

Aunque, a pesar de firmar la paz con Alemania (en Brest-Litosk), Rúsia seguía en guerra a causa de la Guerra Civil, entre el ejército Bolchevique (Ejército Rojo) y un ejército contrarevolucionario de generales zaristas que contaban con la ayuda de tropas extranjeras presentes en el país (Ejército Blanco). La guerra duró dos años, y la ganó el ejército Rojo gracias a las milícias organizadas por Trotsky, y por la falta de organización e ineptitud del ejército Blanco.

Así que triumfaron las fuerzas revolucionarias por fin.


A partir de aquí surge el comunismo de guerra, el principal objetivo del cual era el incremento de la producción. Se le puede considerar como la primera etapa de la Revolución, donde se ponían en marcha las nuevas estructuras políticas y económicas destinadas a la creación de una sociedad comunista.

Las principales manifestaciones del comunismo de guerra fueron: La socialización de la economía, el control de la producción industrial y el Decreto sobre la Tierra.

Pero dicho comunismo de guerra fracasó ya que no consiguió un buen funcionamiento de la economía. La cual cosa abría una necesidad nueva de hacer las cosas, una nueva táctica: La primera posición que se le había dado a la socialización y igualdad, tenía que dejar paso temporalmente a medidas encaminadas al incremento de la producción, aunque eso provocara un retorno parcial a la economía privada y de mercado. Resultado: NEP.


Nueva política económica: Se trataba de una economía mixta que significó el retorno parcial a la economía de mercado en la agricultura, la indústria de consumo y el comercio interior, a cambio de un control más estricto del estado sobre sectores clave como la minería, la indústria pesada, el transporte y el comercio exterior.

Por tanto, el retorno a la economía de mercado implicaba: Supresión de pagos en especie y supresión del trabajo obligatorio (reaparece la figura del empresario privado), ampliación de las diferencias salariales, y, por tanto, diferenciación social.

Esta nueva situación también requería el retorno a la economía monetaria, así que se creó el rublo txervonetz, para pagos en el exterior y de forma nominal en la contabilidad de grandes empresas, y el rublo corriente, en papel, para la circulación interior (el cual se depreció rapidamente por la gran cantidad de impresiones).


Muchas de las pequeñas empresas que estaban cerradas desde la nacionalización fueron arrendadas a sus antiguos propietarios o a cooperativas de trabajadores. (La indústria en cambio continuó básicamente en manos del Estado).

Así que a partir de ese momento, las empresas nacionalizadas se tendrían que financiar con la venta de sus productos, con la necesidad de llevar una gestión que permitiera obtener beneficios.

Nacieron los “nepmen”, que obtenían grandes beneficios comprando los productos en las indústrias estatales y llevandolos a las zonas rurales desabastadas.


La transformación más importante fue en el campo: el campesino podía disponer libremente de la tierra, y las requisas fueron prohibidas y substituidas por un impuesto en especie, que una vez pagado, el campesino podía disponer de la producción, pero el Estado fijaba los precios.

La mejora de la situación continuaba beneficiando más al consumo del campo que al abastecimiento de las ciudades, es decir, la recuperación agraria fue más rápida que la industrial, los precios fijados por el estado para los productos agrarios eran bajos y la indústria no ofrecía suficientes bienes deseables o los precios eran demasiado deseables, los campesinos preferían incrementar el consumo a vender los cereales a los precios fijados.

Esto dió lugar a la crisis de las tijeras, que representaba que el término de intercambio de los productos agrarios respecto a los industriales se había reducido a 1/3. Esta crisis se resolvió por intervención del Estado, el cual rebajó los precios de los productos industriales y subió los agrarios, mientras mejoraba la productividad en la indústria.


En conclusión, la NEP permitió restaurar las relaciones políticas y económicas de la URSS con el exterior, también se considera como un éxito en la recuperación de la producción, gracias a ella Rúsia superaba los niveles de producción de antes de la guerra y el reparto de la renta era mucho menos desigual que antes de la revolución. Pero a la vez también tenía sus limitaciones y problemas ideológicos y económicos.


Cuando murió Lenin, se enfrentaron Trotsky y Stalin, y el conjunto de todas las discusiones que se produjeron entre ellos recibe el nombre de “El gran debate”. En la pugna política Stalin defendía las tesis de Bukharin, mientras que Trotsky defendía a Preobrazenski. Pero una vez eliminado Trotsky, Stalin aplicó de manera radical las ideas de Preobrazenski. La política de Stalin se basó en la aniquilación de cualquier obstáculo y en la instauración de un regimen dictatorial, policíaco y brutal; y el partido se acabó convirtiendo en un instrumento dócil de transmisión y ejecución de las órdenes de Stalin.

La política de industrialización rápida aplicada se basó en la colectivización del campo y en la planificación. La colectivización agraria, según Stalin, era imprescindible para la industrialización.


Esa industrialización rápida de Rúsia decidida por Stalin se llevó a cabo gracias a la planificación centralizada, concretada en los planes quinquenales. Los cuales permitieron un aumento de la indústria pesante que convirtió al país en la tercera potencia mundial y le proporcionó el armamento suficiente para hacer frente a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.

El primer Plan Quinquenal, el cual fue caracterizado de superoptimista, se financió mediante un emprestito público a un interés muy alto y con un aumento de impuestos sobre los nepmen y los kulaks. Su objetivo era incrementar a la vez inversión y consumo. Aunque no se consiguió, fue posible obtener tasas de crecimiento muy elevadas.

Al segundo Plan Quinquenal, se le añadió la preocupación por la educación tecnica y por el transporte ferroviario y fluvial. Este segundo plan consiguió el mayor crecimiento de todos, que se situaba entorno al 15%.

Y por último, el tercer Plan Quinquenal, interrumpido por la Segunda Guerra Mundial, consiguió un crecimiento del 10%.

Ese crecimiento, junto con la depresión de los años treinta, hizo que la URSS llegará a la Segunda Guerra Mundial como la tercera potencia económica del mundo.


Por lo que hace a la actualidad, podemos encontrar datos en cuanto a la situación económica de Rúsia de los últimos años. Alrededor del 2006, se produjo un fuerte desarrollo de los sectores económicos. El PIB creció cerca del 64,8%, el consumo de los hogares un 69,4%, y las inversiones en capital fijo un 85,1%.

Y por lo que se refiere a los sectores económicos, la Rúsia actual es una economía de servicios, ya que estos representan el 55,9% del PIB, la indústria un 39,5%, y la agricultura un 4,5%.

Aunque por otro lado, por lo que hace a la indústria, una gran parte del equipo tecnológico utilizado por la indústria rusa está obsoleto respecto a la tecnología más avanzada que se puede encontrar en el mundo.

Así que Rúsia, tal y como dijo Bladimir Puttin en el discurso anual de la Asamblea Federal de la Federación Rusa en el 2006, debe tomar los pasos concretos para cambiar esa situación tomando serias medidas en los diferentes ámbitos y sectores del país.


domingo, 5 de abril de 2009

SURGIMIENTO DE LA ECONOMÍA INTERNACIONAL Y CRECIMIENTO ECONÓMICO MODERNO

En la última semana de clase antes de Semana Santa, vimos el proteccionismo y la gran emigración europea por lo que se refiere al último tema; y también empezamos uno nuevo, el crecimiento económico moderno.


Por lo que hace al proteccionismo, se generalizó antes de 1840, y a partir de 1870. Esta última vez a causa de que las economías capitalistas se vieron afectadas por un etapa de crecimiento desacelerado por una crisis de sobreproducción, tanto industrial como agraria, que se tradujeron en una crisis financiera.

La consecuencia fue una gran depresión, que provocó un rompimiento histórico que significó el paso de una fase de optimismo y integración internacional, representada por el librecambio y la división internacional del trabajo, a una fase de egoísmo nacional, de industrialización concurrente, de protección de la producción y el trabajo de cada país y de captura de mercados, que duraría hasta depués de la Segunda Guerra Mundial.


El hecho más característico del retorno al proteccionismo fue su transformación en nacionalismo económico. Ya no se trataba de defender la producción propia de la competencia extrangera, sino de poner la fuerza del estado al servicio del capitalismo nacional.

Al mismo tiempo, las empresas se organizaban en escala internacional con la finalidad de salvar los obstáculos que presentaba el proteccionismo, y para mantener los beneficios.


Así que podríamos decir, que el proteccionismo fue extendido, adaptado sobretodo por naciones que, no sometidas por potencias imperiales, iniciaron o consolidaron un proceso de unificación nacional y industrialización. Los efectos económicos de esta política no fueron determinantes para la evolución del comercio mundial, pero fueron positivos para indústrias monopolísticas de algunas naciones e indústrias internacionales. Por último, como autores a favor del librecambio encontramos a Hamilton y List.


En cuanto a la gran emigración europea (que formó parte de los movimientos internacionales de factores de producción), contó con 44 millones de personas que abandonaron Europa hacia el resto de continentes a lo largo del siglo que va de 1815 a 1914, lo cual “europeizó” gran parte del mundo.


Constaba de varias etapas: En la primera la emigración ¾ partes era británica y ¼ parte alemana, y su destinación era para 2/3 partes EEUU y para ¼ parte las colonias británicas; para la segunda etapa la procedencia continuaba siendo inglesa y alemana mayoritariamente, pero la particiación británica descendió y empezó a apuntar a la emigración de los países del sur y del este de Europa. El principal destino continuaba siendo los EEUU con el mismo porcentaje de la etapa anterior, y en cambio perdían porcentaje las colonias británicas, y aparecían con una cierta importancia Brasil y Argentina; y para la última etapa las proporciones cambiaban, ya que más de la mitad de la emigración procedía del este y sur de Europa, y el orígen principal continuaba siendo EEUU, aunque perdía porcentaje que se lo llevaban Brasil y Argentina. Y las colonias británicas continuaban con la misma participación.


Las causas la emigración fueron políticas, religiosas, y sobretodo se produjeron a causa de mecanismos de expulsión y atracción. Las expulsión era tanto física como económica, y era el aspecto pasivo de la emigración, ya que el factor activo es la atracción, atracción hacia una esperanza de vida mejor. También favorecieron la emigración la desaparición de los obstáculos legales, la reducción del precio de los viajes, la seguridad y comodidad de estos y la mejora de la información potenciada por las mismas empresas de transporte. Así como la creación de líneas de navegación regulares, que como necesitaban hacer sus viajes rentables, favorecieron la emigración difundiendo los precios, las condiciones de viaje,etc.


En conclusión, la emigración es el paso de zonas con más oferta que demanda de trabajo, y por tanto más paro con rentas bajas, a zonas con más demanda que oferta de trabajo, y por tanto con poco paro y rentas más altas. Y además, las consecuencias de la emigración favorecieron tanto a Europa como a los países de destino.


Otro aspecto dentro de los movimiento internacionales de factores de producción fueron los movimientos internacionales de capitales. La inversión exterior empezó a crecer fuertemente como consecuencia de la acumulación de ahorro, la creación o desarrollo de instituciones y mercados financieros especializados, y también por la demanda de capitales para la construcción de las redes ferroviarias y la creación de compañías mineras.

Un segundo empujón a invertir lo provocaron las obras y servicios públicos, como la construcción de puertos y canales, de redes de abastecimiento de agua, gas o electricidad, de compañías de tranvías. Más tarde se empezó a invertir en empresas privadas, como siderurgias, empresas químicas y plantaciones. Así que se puede decir que los dos determinantes de la inversión exterior de capitales fueron la urbanización y el progreso tecnico, y esta inversión internacional también está sujeta a impulsos de atracción i expulsión, es decir, se ve facilitada por las mejoras de transporte y las comunicaciones.

Los dos principales países exportadores de capital fueron Gran Bretaña y Francia, aunque en 1870 se les añadieron EEUU y Alemania. Las destinaciones fueron sobretodo Europa y America del Norte, seguidas de America del Sur, Ásia, África y Oceanía. Se distinguían dos tipos de inversiones, las de Gran Bretaña, que lo hacía sobretodo en las colonias, en actividades intensivas en mano de obra, y las de Francia, que invertía sobretodo en Europa, y en actividades intensivas en capital (como ferrocarriles, minería...) y en deuda pública.

La exportación de capitales tuvo deiferentes consecuencias según si se trataba de países exportadores, prestatarios o importadores, pero en conclusión, para el conjunto de la economía internacional, la inversión de capitales tuvo resultados positivos.


Una vez acabado este tema, empezamos con el crecimiento económico moderno, que se refiere al crecimiento del período que va del siglo XVIII al XX, el cual fue sostenido, de gran magnitud y duración, y implicó cambios estructurales. Vimos el desarrollo según diferentes teóricos de economía:

Primero vimos los precedentes (s. XVI-XVIII) que engloba a los arbitristas, a lo fisiócratas y a los mercantilistas. Después tenemos la escuela clásica (s. XVIII-XIX), que dentro de ella encontramos autores optimistas sobre las posibilidades de crecimiento sostenido, como Adam Smith, y autores pesimistas, como David Ricardo y Th. Malthus. Como terceros, encontramos la escuela neoclásica, que consta de tres modelos distintios, como tres “subescuelas”: Los primeros son los modelos de crecimiento por etapas, con W. Rostow, el cual dice que el desarrollo económico en el mundo enfrenta a economías en estadios del desarrollo del mundo desiguales (encontramos cuatro: el de la sociedad tradicional, el de las precondiciones para el despegue hacia un crecimiento sostenido, el del camino hacia la madurez y la etapa del alto consumo); los segundos son los modelos de cambio estructural, con Arthur Lewis, Gerschenkron y Kuznets; y los terceros los modelos estructuralistas de dependencia económica, con R. Prebish. Y por último tenemos la economía Neoinstitucional y Evolucionista, con autores como North y Hirschman entre otros.

domingo, 29 de marzo de 2009

ECONOMÍAS SOMETIDAS Y EL SURGIMIENTO DE LA ECONOMÍA INTERNACIONAL

En la semana de clase de los días 25, 26 y 27, vimos las economías sometidas.

Aunque antes, dimos el concepto de “Zaibatsu”, que son grandes grupos industriales y financieros privados japoneses, que se pudieron consolidar gracias a las primeras indústrias modernas. Estas grandes corporaciones han dominado desde entonces la vida económica de Japón.

Se originaron primero cuatro grandes: Mitsubishi, Mitsui, Sumitomo y Yasuda. Y después de la guerra ruso-japonesa surgieron: Nissan, Okura, Furukawa, Nakajima. Contaban con una integración vertical y cadena piramidal de mando acabando en familia.


Una vez dicho esto, empezamos a ver la dominación económica del mundo no industrializado, es decir, las economías sometidas, las cuales son economías no europeas que se vieron afectadas por la industrialización. Ésta, provocó una globalización de la economia basada en la división internacional del trabajo dirigida por países industrializados y a favor de estos.

Otra característica de esta dominación y de estas economías sometidas fue que la colonización del mundo se hizo vía comercial, con el resultado de estados dominados formalmente independientes, que se conocían como “colonias informales”. Pero cuando el comercio se encontraba con obstáculos, se sumaba la vía militar, la cual cosa exigía la ocupación de territorios.

Finalmente se procedió a una rápida ocupación y transformación en colonias de las zonas más atrasadas de Ásia, África y Oceanía. Este dominio de los países industrializados sobre el resto del mundo se conoce como “imperialismo”.

La globalización económica contó con un crecimiento desequilibrado en las zonas sometidas, respecto a países imperialistas, y dentro de cada zona, entre clases sociales altas y bajas.


El primer caso es el de “Las Nuevas Europas” (colonias de población europea) en Canadá, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda: Se trata de colonias británicas con predominio de población metropolitana. Estos países disponían de grandes extensiones de territorio, y en algunos casos de importantes riquezas mineras. La mejora que obtuvieron en los transportes, favoreció la producción y la comercialización de bienes con fuerte demanda internacional. También contaban con una elevada productividad que generó una renta per capita elevada.

Su desarrollo económico estaba basado en la explotación y exportación de materias primas, que eran diferentes según el territorio: Canadá era un gran exportador de pieles y madera, y más tarde, de cereales, con lo que se inició en la exportación internacional y empezó un proceso de industrialización; Sudáfrica exportaba vino y lana, pero su crecimiento se basaba en su riqueza minera; Australia empezó a participar en la división internacional del trabajo gracias al oro y a la lana; y en cuanto a Nueva Zelanda, sus exportaciones dependían de minas de oro y de ganadería, con una mayor dedicación a la carne y lácteos.

Su ritmo de crecimiento también era diferente según la zona, pero en todas ellas fluctuaba por crisis financieras o caídas de la demanda internacional.


El segundo caso es la Índia, caso ejemplar de explotación colonial: La empresa privada británica “East Indian Company” tenía la concesión de la explotación de las posesiones británicas en la Índia.

Más tarde esta concesión pasó a ser de la Corona.

La Índia era el principal productor mundial de tejidos de algodón, se podría decir que las exportaciones índias doblaban las inglesas. Però esta situación cambió por culpa de unas medidas fiscales y aduaneras que hicireron que las exportaciones índias quedaran reducidas a una cuarta parte, mientras que las británicas se multiplicaran por seis. El resultado de esto fue miseria y atrasao para la Índia, país al que empujaron el subdesarrollo. Y hecho que es una de las raíces de la actual situación de la Índia.


A parte de esto, más tarde se hicieron importantes inversiones en ferrocarriles que mejoraron las comunicaciones y que provocaron la apertura del territorio al comercio internacional (aunque se les aumentó la carga impositiva).

También se crearon importantes regadíos dedicados a productos de exportación, mientras se dejaba de lado la producción de alimentos, insuficientes para la población creciente.

En 1869 se produjo la apertura al canal de Suez, que acortó la distancia entre Londres y la Índia, la cual cosa favoreció el intercambio comercial a favor de la metropoli.

Así que, al final del siglo XIX, la Índia resultaba vital para la economía británica, sobretodo por sus impuestos “Home Charges”, pagos exigidos a la Índia a cambio del “privilegio” de ser administrada por Gran Bretaña.

En definitiva, este país, a parte de acabar siendo el principal mercado del algodón inglés y uno de los principales del hierro y del acero, fue una fuente fundamental de impuestos para compensar el déficit mercantil británico.


Tercer caso, el de las economías dominadas, dos principales: la China y América Centro y Sur.

El Imperio turco, Persia, China y Japón se abrieron al comercio europeo a la fuerza mediante tratados comerciales desfavorables o indeseados, mayoritariamente bajo presión militar.

El caso más claro es el de la “Guerra del opio”, que significó la apertura forzada al comercio británico. Los ingleses obtuvieron la libre exportación de esta droga a China y la cesión de la isla de Hong-Kong. A partir de ahí, en China cada vez había más presencia militar extrangera, hasta el punto en que, después de la “rebelión de los boxers” casi desaparece China, ya que estaba repartida entre muchos países.

En cuanto a América central y del sur, muchos países de ahí formalmente independientes estaban intervenidos política y económicamente por una potencia exterior. Recibían el nombre de “colonias informales”. Sus economías no consiguieron un crecimiento autosostenido ya que el sector exportador no tenía peso suficiente y además los productos eran poco remunerativos.

Pero principalmente fue porque la producción dedicada a la exportación, o su comercialización estaban en manos de compañías extrangeras que se llevaban la parte más importante del negocio y solían repatriar los beneficios. Por otro lado, las inversiones o préstamos extrangeros representaban una carga financiera importante que obstaculizaba la modernización y el crecimiento.


Y por último, encontramos el reparto colonial del mundo: A partir de 1880 se produjo, por parte de los principales países industrializados, una inmensa ocupación de territorios de África, Ásia y Oceanía, hasta llegar al punto en que diez países controlaban la mayor parte del mundo.

El inicio de esta ocupación colonial fue la conferencia de Berlín de 1885, en la que se acordó que toda potencia establecida en una costa podría avanzar hacia el interior hasta topar con otra potencia colonial. El continente africano se disputó entre ingleses y franceses, Oceanía entre estos dos más estadounidenses y holandeses, y los japoneses se dedicaron a las costas norteasiáticas del Pacífico.

El dominio sobre estos territorios se llevó a cabo a través del poder de sujeción basado en la fuerza militar y en los avances médicos y tecnológicos.

Recibió el nombre de “imperialismo” colonial. Las causas de ello fueron factores económicos, políticos e ideológicos. Y gracias a ello, se produjeron descubrimientos de diamentes y oro, y se potenció la competencia creciente entre los países industrializados.

En definitiva se llegó a la conclusión de que el imperialismo fue un mecanismo para transferir rentas de la clase media, obligada a pagar impuestos para sostener la administración colonial, a la clase alta, la cual se beneficiaba del negocio colonial. Así que el mundo conquistado resultaba rentable para las élites económicas y políticas, y para las economías europeas permitía compensar su déficit.

Este reparto del mundo, también dió lugar a un choque de culturas, ya que la superioridad económica había estendido por los países europeos un sentimiento racista de superioridad que hacia que una parte importante de la sociedad defendiera la mundialización de las creencias y formas de organización europeas.



Esta misma semana también empezamos a ver el surgimiento de la economía internacional:

Vimos la evolución del comercio mundial, que contaba con altas tasas de crecimiento del comercio exterior y un comercio internacional con un ritmo de crecimiento que superó al crecimiento del PIB mundial. Y en cuanto a la distribución geográfica del comercio mundial, podemos decir que predominaba en Europa: el comercio intraeuropeo y el comercio con las Nuevas Europas tenía una gran importancia, mientras que entre países no europeos había escaso comercio.

Europa representaba una cuarta parte de la población mundial, pero un 70% de su comercio; y el caso más extremo era el de Gran Bretaña, que con un 2% de población acaparaba un 20% del comercio mundial. Aunque este predominio británico fue a la baja con la aparición de tres grandes competidores: Alemania en el ámbito europeo, Estados Unidos sobretodo en América y Japón en Ásia.

Las relaciones comerciales experimentaron un fuerte crecimiento a lo largo del siglo XIX, pero este crecimiento y la riqueza que genera son diferentes según productos, zonas y momentos. A pesar de que el comercio favorece a los diferentes participantes, unos se benefician más que otros. Y a raíz de esto, nacen las diferentes políticas gubernamentales: una basada en el aprovechamiento de los beneficios del libre comercio (librecambio), y otra basada en preservar la producción propia a costa de encarecer la entrada de productos extrangeros (proteccionismo).

En cuanto al librecambio, tuvo escasa duración, básicamente de 1860 a 1870. El gran momento del librecambio se inició con el “tratado de Cobden-Chevalier”, entre Francia y Gran Bretaña, aunque muchos países ya habían empezado a rebajar sus tarifas y las potencias industriales forzaron la apertura comercial del Imperio turco, China y Japón. La imposición de esta política comercial no fue fácil, antes de implantarla se tendrían que introducir impuestos susbstitutivos, como el impuesto sobre la renta en Gran Bretaña.

En la difusión del librecambio jugó un papel muy importante la “clausula de la nación más favorecida”, por la cual un país concedia a otro una rebaja automática de los aranceles pactados si un tercer país obtenía una tarifa más baja. A partir de 1866, los efectos de esta clausula afectaban a casi toda Europa. Como autores a favor del librecambio encontramos a A. Smith, D. Ricardo y Stuart Mill.


Y en la próxima semana continuaríamos con el proteccionismo.