domingo, 22 de marzo de 2009

EL SEGUNDO CÍRCULO DE DIFUSIÓN DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

En los días 18, 19 y 20 de marzo, vimos en clase el segundo círculo de difusión de la Revolución Industrial, es decir, las industrializaciones atrasadas e insuficientes.


Este segundo círculo de difusión lo forman los países del arco exterior europeo, de Escandinavia a Portugal, pasando por Rúsia y los Balcanes. El arranque industrial de cada uno de ellos es diferente y se produce en momentos diferentes del tiempo.


Dentro de estos países hay que distinguir dos grupos: Los que no imitaron el proceso de industrialización británico por falta de materias primas básicas de la Revolución Industrial (hierro y carbón), y los que no lo hicieron por falta de mercado.

Para los del primer grupo se consiguó la industrialización antes de la Primera Guerra Mundial, en cambio para los del segundo, la indústria continuaria estando en un plano secundario.


En común tenían que, todos ellos intentaron basar su crecimiento en la división internacional del trabajo, para buscar un crecimiento complementario respecto a los países del primer círculo, ya que estos proporcionaban productos industriales a buen precio y requerían de productos agrarios.


Así que teniendo en cuenta esta situación, lo mejor que podían hacer los países no industrializados era dedicar los capitales disponibles a la construcción de una red ferroviaria con la intención de favorecer intercambios internacionales y poner en práctica políticas comerciales de librecambio.


El modelo de crecimiento complementerio fue adoptado por dos grupos de países diferentes: Por una parte por los países del centro-norte de Europa, cercanos a los grandes mercados demandantes y capaces de ofrecer productos primarios con poca competencia internacional; y por otro lado los países situados básicamente en el Mediterraneo y en Europa del Este, en los que los grupos dominantes de estos basaban su riqueza en la propiedad de la tierra, a través de rentas agrarias o la venta de productos agrarios en el exterior.


A partir de 1860, dicho modelo empezó a cuestionarse por: cambio en la tasa de intercambio (que pasó a ser favorable para los productos agrarios), el crecimiento demográfico resultaba difícil de absorber por las economias basadas en el sector primario, y por la llegada de cereales de ultramar (con precios sin competencia posible).


Con todo esto, empezamos viendo los llamados “países preparados”, es decir, Holanda y Escandinavia. Son países que contaban con agriculturas con productividad altas y una buena situación política, social y cultural, pero que tenían escasez de carbón y hierro, es decir, falta de materias primas básicas de la Revolución Industrial.


A pesar de esto, a partir de 1870 Holanda y los Países Escandinavos empezaron a industrializarse rápidamente gracias (entre otras causas) a: exportación de materias primas con demanda creciente en los mercados internacionales, la especialización en manipulación industrial de materias primas locales o de materias primas coloniales, la apertura al mercado mundial, la proximidad a mercados con una fuerte demanda, el incremento y mejora del transporte, la disponibilidad de capital extranjero y la aparición de nuevas formas de energia y nuevos procesos industriales de la Segunda Revolución Tecnológica que favorecieron la consolidación de la industrialización.


Seguidamente, vimos los “países atrasados”, es decir, Italia, Rúsia y Japón. Estos países no disponían de capitales suficientes para la inversión industrial ni de un mercado suficiente para los productos industriales, los cuales quedaron atrapados en una economia basada en una agricultura de autoconsumo sumado a la exportación de algunos productos primarios con pocas posibilidades de crecimiento y de industrialización. Además, las decisiones gubernamentales tuvieron que ver en cuanto a la adopción de políticas económicas de librecambio, las cuales significaban la aceptación de la división internacional del trabajo, y el impulso directo del estado hacia la industrialización.


Italia: Por lo que se refiere a las innovaciones de la Revolución Industrial, las del sector textil no tuvieron éxito, y las de la siderúrgia resultaron imposibles por la falta de carbón.

Cuando se produjo la unificación de Italia, fue posible la creación de un mercado más grande y la modernización política de gran parte del territorio, pero no comportó la unificación económica ni una modernización social.


Más tarde se implantaron unos aranceles que significaron el nacionalismo económico e imperialismo, y dentro de esta política económica nacionalista el estado ayudó a crear y mantener la siderúrgia de Terni, la cual cosa fue un error ya que nunca funcionó bien, y además las ayudas al transporte fueron muy costosas e ineficaces. También se emprendió una política colonial, pero todas estas medidas no evitaron el fuerte impacto de la crisis, de la cual, entre otras cosas, derivó una masiva emigración.


Después de esto, en 1894 se abre una etapa de rápido crecimiento económico basado en inversiones extranjeras, electrificación, sector textil (especialmente de algodón) y maquiária.

Esas inversionaes, mayoritariamente alemanas, se llevaron a cabo gracias a dos bancos, la “Banca Commerciale Italiana” y el “Credito Italiano”, que fueron utilizados para crear y financiar muchas empresas industriales, especialmente hidroeléctricas.

En cuanto a la electrificación, fue básica para la industrialización italiana, e hizo crecer rápidamente la construcción de centrales hidroeléctricas. Por lo que se refiere al sector algodonero cogió un gran impulso ya que los empresarios locales aprovechan la situación arancelaria para especializarse en productos sencillos y baratos que encontraban un mercado amplio gracias a la mejora de los transportes. Y también, gracias a la situación arancelaria, Italia se situó entre los países más avanzados en sectores como la fabricación de bicicletas, máquinas de escribir y automóviles.


A pesar de todo, la economia italiana continuó siendo dual, con rentas y tasas de crecimiento muy diferentes entre el norte industrializado y el sur agrario y atrasado, y con un PIB que no conseguía distanciarse de la evolución del sector primario.


Rúsia: Es un país que intentó industrializarse pero sólo lo consiguió tarde y con resultados insuficientes. También estaba muy atrasado en cuanto a términos por cápita, y su principal obstáculo era la falta de mercado. Un problema que tenía planteado era la baja productividad de la agricultura, con campesinos sujetos a la servitud y condenados a la miseria por culpa del sistema feudal y los impuestos estatales.


La economía rusa era débil, y la derrota en la Guerra de Crimea evidenció que la potencia militar también, así que se requeria de una modernización en la agricultura, una ayuda en la indústria pesante y la construcción de la red ferroviaria. Y además queriendo mantener el poder absoluto y las rentas de la clase dominante.

Después de unos cambios los campesinos disponían de menos tierras y tenían que pagar más por ellas, es decir, este sistema era todo lo contrario a una economía productiva.

Los beneficios iban a parar a los “kulak”(campesinos ricos) y al estado a través de la presión fiscal.


A partir de ahí, la aportación para lograr la industrialización vino únicamente del Estado, implicandose en sectores industriales. Esa intervención creó una dualidad económica entre un sector industrial moderno y un sector agrario atrasado.


Se creó una red ferroviaria, se adoptaron medidas proteccionistas, el país se convirtió en uno de los principales productores de petroleo...

Así que Rúsia llegó a ser la quinta potencia económica mundial en cuanto a producción, aunque seguía atrasada por lo que se refiere a términos por capita.


Japón: Fue el único país no occidental que se industrializó antes de la Primera Guerra Mundial. La razón fue para evitar la submisión a las potencias occidentales (medida impulsada por el estado).

Por su aislamiento se vió obligada a firmar tratados comerciales desiguales con las potencias occidentales, y aprendió que sus agresores eran países industrializados, con un ejército potente que no dudaba en utilizar para intereses económicos, así que habría que imitarlos para no quedarse en la misma situación que China.

Se llegó a la “Revolución Meiji”, la cual significó la abolición del feudalismo y la modernización del país, con el objetivo de un nuevo ejército que, a partir de sus funciones se mejoraría la economía de Japón. Pero la modernización del país se vió financiada mediante el ahorro forzado de los campesinos. Aunque a pesar de la pobreza de la agricultura, también de disponía de una importante tradición comercial y artesana, y una formación cultural elevada.


En definitiva, el mérito que tuvo Japón por ser el único país no occidental que se industrializó, fue gracias a: el impulso gubernamental, la falta de competencia de otros países de su área geográfica y la disponibilidad de una materia prima, la seda, que contaba con una demanda exterior fuerte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario